Detrás de la autocompasión hay un deseo infantil de que son los demás los que deberían cambiar y ser de diferente manera a como son, de no aceptación de la realidad y de inmovilidad, porque esta autocompasión nos lleva a culpar al mundo en general de nuestro malestar, impidiéndonos tomar una postura activa y decidida para empezar a cambiar lo que esta en nuestras manos poder cambiar.
La autompasión es una de las principales formas de baja tolerancia a la frustración. Sentirse apenado o decepcionado son sentimientos sanos y saludables que normalmente no nos paralizan y nos permiten, después de un tiempo, seguir con nuestra vida y propiciar los cambios adaptativos necesarios para seguir adelante.
Caer en esa constante autocompasión y culpar al mundo de las frustraciones con las que diariamente nos encontramos, nos conduce irremediablemnte a paralizarnos, a no hacer nada para cambiar y a sentirnos cada vez peor y deprimirnos.
Huya de la autocompasión tan rápido como pueda y plantéese que cada vez que acepta una frustración por dentro ser fortalece y toma la decisión de seguir adelante con su vida.
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